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domingo, 19 de mayo de 2013


Créeme que sí, siempre. Todas las veces sí. 
Paseo ahumada, a las una de la tarde, algún día de abril. 
Créeme que sí.
Las mutaciones debajo de los edificios, la mancha que se esparce, que nos persigue. 
Sí, créeme 
La milicia nos busca y nos separa 
opera sobre las bocas una cantidad inédita de patologías
Intenta destruirnos a nosotros, que no somos más que un par de conejos, intentando encontrar algún nido abandonado para habitarlo 
que fuimos arrojados prematuros al cemento
y no hubo otras manos que las nuestras
que nos sujetaran las cabezas sin estructura.
Si, créeme cuando te hablo de un pasado menos histérico
y me hundo el dedo por el agujero de la bala
nombrándote planetas nuevos.
Ayer soñé con una lluvia de pájaros
que se lanzaban de las copas de los árboles, para asustarnos
y tú me decías que mirara las plumas, esparcidas como una ola a nuestros pies
y los colores se confundían con la sangre
de calles manchadas
Sí, acuérdate. La cantidad inconmensurable de cumpleaños bailados hasta el otro día
hasta que ya no nos quedaba más fiesta
que un beso vomitado sobre la mesa llena de cartas
los dibujos de lápiz-cripto
las esperas del recreo
las violencias que se hundieron en nuestros cuerpos cuando empezamos a hablar de cariño
la ciudad intentando mitigar la práctica y el enfoque de un paseo sin manos.
Sí, créeme que sí
que de alguna manera misteriosa lo intento
que tengo nuevas convicciones nuevos juegos nuevas tragedias para compartir. 
Acuérdate que sí
que nacimos con un desfase de décadas
en la otredad
detrás de la historia, lejos de los paraderos, pegados al castigo
en casitas de madera que se parecían, porque les llegaba la luz al mismo tiempo.

viernes, 17 de mayo de 2013


Paso tan rápido del claroscuro que ni me doy cuenta cuando voy dando la vuelta, pisándome los talones, rompiéndome los talones, sangrándome las piernas hasta la aglutinación. Quiero que desaparezcan todos mis mordiscos, mis marcas, y avanzar para romperle los talones a alguien que no sea yo.

domingo, 12 de mayo de 2013

ellos se han deslavado con las secreciones industriales sus cuerpos se han deformado con la catalítica conducta empresarial. Corrosión, señores diputados, corrosión señor ministro. Se han descuerado sus cuerpos debajo del sol de los meses de verano se han alimentado de las sobras del consumo, de las hojas de los árboles, del agûita menos turbia de la ciudad- Su vocablo es inteligible para ellos, su lengua filosa, corroida, si, señor presidente, corroída su lengua hermosa parecida a la nuestra en su extraño encorvamiento, parece carretera sin cemento dicen los demás y ustedes, señores, no se atreven a recorrer nuestros caminos de piedra y de tierra. No nos queremos aguantar mas el peso de la voz, señores magistrados Hay una ausencia terrible en nuestro hogares que se hace patente en nuestra mirada de niño sol, en el crisol que nos acoge cuando rechazamos el empadrinamiento. Tenemos un corazón mas grande que el de un elefante, señores, un hambre mas larga que el cuello de una jirafa atropellada en la vía publica, señores, perdida de manera absoluta en la ciudad.

viernes, 10 de mayo de 2013


podría pasarme la vida entera hiriéndote. algunas veces queriendo y las otras por accidente ,afilarme los dedos y la lengua, y dejarte sangrar, apoyado en las murallas oxidadas, ajenas a cualquier ciudad. Sabes que mis ojos se hacen agua y se caen ensuciando el piso del comedor. tienes completamente clara la falta de nuestra conciencia en común. nuestros gatos se morirían de hambre y pasarían rascando los tapices de la casa intentando salvarse. - el papel se rompe tan fácil en esta época del año - Podría pasarme la vida entera hiriéndote, porque me duele saberme asido de manera intensa a la idea de tu ausencia.

lunes, 6 de mayo de 2013


Necesito leer para mí, no para los demás. Necesito masturbarme mientras llueve y no tener que levantarme en la mañana, para subirme al metro, a limpiarme el semen de las manos en la ropa de la gente que me presiona y se entera de mi desproporción. Necesito comer para mí, por placer, mancharme la boca entera, la cara entera, llenarme los ojos de salsa de tomate con hartos condimentos , con harto ají, con mucha sal, y limpiarme a refregones con las murallas, y pasarle luego la lengua a las murallas, y vomitar con el polvo de las murallas solo para poder sentir que me pertenece este espacio, este cuerpo, esta inmundicia que cada días mas se hace lejana, ajena, ajada. Necesito mirar el barranco, hacia bajo, escupir, y devolverme.

lunes, 29 de abril de 2013


Tengo una madre adoptiva que me entierra sus uñas acrílicas sin querer en la espalda y que niega su filiación sanguínea conmigo. Me dice que me cuide, cuando de noche los gatos son sombras que cruzan las avenidas infectadas, venéreas, oscuras. Mi madre adoptiva no me sabe preparar la leche sin narcóticos y cuando la conocí estaba rodeada de humo y de primas mas feas que ella. A ratos la deseo ordenando mi pieza, antes que se descuelgue la peluca color caoba oscuro de la cabeza y se saque los adornos que le permiten alimentarme. Mi madre adoptiva está preocupada por mi, pero nunca la he visto rezar. Cuando tengo pena me pongo a llorar en su pecho y descubro que es de mentira, fabricado en serie, a kilómetros de nuestra casa, en una industria contaminada por los gases que salen de la fundición de poliestileno, por unas manitos mas chicas y mas hambrientas que las nuestras. Ese día mi madre se veía aún mas triste que las otras veces. Coincidimos en el tránsito despreocupado por la calle, en el devenir noctámbulo de nuestras pasiones. Se asustó cuando me vio, comprendió que su oficio nunca fue un secreto. Mi madre no está preocupada por mi actitud ni intenta mejorar mis enfermedades, me dijo que me faltaban pocas cuadras para llegar, pero no me dijo cómo volver. Mi madre adoptiva se asemeja a un ángel solo en el brillo de la cosmética barata con que tapa su hombría. Ella es mas hombre que yo y me lo hace notar, cuando arregla los artefactos que se descomponen en la casa. Le tengo miedo a mi madre adoptiva, porque sólo la veo de noche, cuando ya dejo de contenerme las ganas y procuro hacer de la noche mi traje para parecerme a ella.

sábado, 27 de abril de 2013


Hay veces en que recurro a la violencia para hacerlo parte del quehacer nacional, necesito sentirlo en la recurrencia de mis calles, en mis transbordos, en mi brutal necesidad de arrojo, y el espera que (yo) vuelva, acariciando cualquier otra cosa mientras mira de espaldas al país. Hemos permitido que se cuele una cantidad enorme y peligrosa de sinsabores y sin embargo presentamos idénticas características composicionales, las manchas, las deformidades, lo anacrónico que resulta tocarnos las manos, cuando hay tanto material que se desprende de nuestro cuerpo, y que marca el camino de vuelta, cuando nos perdemos por los bosques que circundan la parcela. Él se ha dedicado a memorizarme completamente. Hace esfuerzos tremendos por reproducirme idéntico en su cabeza y no logra dejar de parcelar por pedazos mi imagen llevando sólo la zona de mis ojos, iluminados por la ventana en la mañana, a su cabeza. Hace tiempo no nos vemos con los ojos abiertos. Nos mantuvimos en un relevo innecesario, escondidos durante horas en diferentes comunas. La gente comenzó a morir de manera paulatina y permanecimos, siempre, subyugados el uno del otro.

jueves, 25 de abril de 2013


La orilla de la playa con moscas a la hora en que las señoras toman el té, abrigadas hasta la cintura de la cara con bufandas tejidas artesanales azules. Está cansado de caminar por la orilla de la playa, resbalándose por las piedras húmedas, llenas de algas viscosas y de caracoles marinos secos por el sol. Hay momentos en que se rompe los pies y la sangre escurre hacia el agua y la arena intenta internarse en la materia carnal de su cuerpo, pero no puede. Desde el inicio al fin del trayecto hay treinta y cuatro kilómetros. De la casa, sale humo, un humo espeso. Puedo ver que tiene sed, por la forma en que se moja los labios con la lengua, haciendo circunferencias de saliva al rededor de la boca. Las moscas le asustan un poco. El olor de las cañerías que devuelven al mar la basura orgánica con shampoo, jabón y otros productos de limpieza, le provocan unas nauseas insoportables. No puede creer que tenga que hacer, diariamente ese viaje, solo para ver a su madre decirle que lo quiere un poco y que necesita cierta clase de artículos infabricables por su obligada composición industrial. No entiende el objetivo de esta contienda. No es capaz de buscar un recodo que lo lleve lejos, un clima menos impredecible, una mascarilla y unos zapatos. Frente a la puerta de la casa, el olor a humo lo detiene.

Este malestar en los hombros, hundido, por la comisura de la clavícula, alejado por unos cuantos centímetros de la primera costilla, entre el lunar numero 24 de mi constelación, a la altura de la erupción numero 4, no se borra ya con saliva, ni con humedad de babosa, ni con movimientos extraños, voraces, veloces, no.

domingo, 21 de abril de 2013


He permanecido bajo el agua durante al menos dos década y aún soy incapaz de conocer meticulosamente el movimiento de la luz reflectada en mis rodillas. Sigamos así, estáticos, convertidos en una maraña de enajenamiento y de irreverencia, hasta que seamos parte de este líquido y podamos fluir, cada uno por su cauce, hasta el otro.

lunes, 15 de abril de 2013


No me dejas dormir Recurro a pensar que te divierten las autopistas, desde lo alto allá lejos, donde andas, quizás sin zapatos y con un poco de pena y acá, celebramos sahumerios acusándote de la mala suerte que nos toca. tengo miedo de que te olvides de tomar el metro tren tengo miedo de los rieles fármacos, siluetas tengo miedo de recogerte los pedazos y que me obligues a crecer en tan poco tiempo

jueves, 4 de abril de 2013


Disimular un espacio extendido que no existe para asi esconder la intimidad de nuestras miradas. ¿el cielo está rojo o está azul? no despegarse no. no hacerlo no. mantener los brazos perpendiculares al cuerpo, apuntando hacia el norte siempre para evitar la calidez de un roce, para no permitir la idea del acercamiento, y así, negar por siempre las pautas que antes nos tuvieron rotas las uñas. Me quedo abajo de la luz mucho mas del tiempo necesario llego para esconderme me pongo en silencio para rodar entre este espacio que se esfuerza por arrancarme de mi zona segura para entregarme sin mas a las hormigas que en tropel me llevaran lejos, donde no pertenezco.

Nos hemos abocado a creer que el progreso es un carnet de identidad de plástico, un lector de huellas dactilares en los cajeros automatizados repartidos, casi sin variaciones importantes, cada dos esquinas de la ciudad. Nos olvidamos de ejercer el derecho no institucionalizado de soñar, y construimos una herramienta inteligente que es capaz de cortar toneladas de madera en cinco minutos. La vida se nos ha tornado rápida y violenta. El sexo ralo y flojo. La muerte terrible e inesperada. Las colaciones insípidas y pequeñas. Cuando te quiero ver me arrepiento porque no quiero que me veas. He comprendido todo.

martes, 2 de abril de 2013


Oye no te da asko mirarte al espejo y verte esos granos kuliaos wm :s que asko ctmre contigo esta comprobado ke el piko no tiene ojos No <3 mi cuerpo es mi cuerpo, la gente inteligente puede obviar esos detalles y no intenta buscar un cuerpo canonizado, ni un cuerpo armónico, ni un cuerpo apto para la tele (osea, plastico y de mentira) La gente inteligente es capaz de darse cuenta de la cantidad diferente de cuerpos que existen y no intentan hegemonizar un ideal de belleza estupido y anticuado. (si hay palabras que no entiendes pregúntamelas, son mas bonitas las preguntas con contenido) me mandaron esa pregunta // hay mas de una forma de escribir

viernes, 29 de marzo de 2013


Pensar que se nos revuelve el estomago cuando hablamos sin comer, y desear, por todo el hambre del planeta, que nuestra comida sea in-vencible. He sobrevivido décadas encima de este recuadro. he pisado millones de veces la mierda que se esconde en las avenidas, Me tiento periódicamente de arrojarme, a las carreteras, o desde un piso en altura, sólo para experimentar la soledad de un quirófano, la tristeza de una cirugía reconstructiva. Háblame cuando pase el frió, háblame de nosotros cuando niños, por favor, practica nuestro lenguaje nativo, nuestros movimientos intra-uterinos, regalame las muñecas que tus hermanas no me prestaron nunca, enciende los fósforos que me robé de la cocina, Intenta formular un retrato fidedigno de nuestras pasiones. ------------------ prométeme que no dejarás de hablarme --------------------------------------- que no me arrancarás las orejas --------------------------------------------- que no permitirás que me coman los perros cuando me atreva.

lunes, 25 de marzo de 2013


Cargaré el espacio vacío de mi útero con una bomba que alcance, por lo menos, un radio de 10 metros. Iré, con la bomba adentro, incrustada, al palacio de gobierno. cuando esté cerca de las autoridades les diré que necesito parir, y cuando me presten la ayuda pertinente explotaremos todos, y pintaremos de rojo las murallas trasnochadas de la moneda, sólo para darle una nueva significación al nacimiento, y dejar una mancha indeleble que les recuerde, a todos los que caminan con corbatas carísimas y se van después del ajetreo de oficina al templo opus-dei, que somos varias las que hemos muerto, con un bebé incrustado, en el cuerpo, detrás del ombligo, en una clínica clandestina, llena de mucosidades, en la periferia de la patria.

jueves, 21 de marzo de 2013


Sucede entonces que caemos en el absoluto conocimiento de nuestras absolutas soledades. Sucede entonces que desde adentro nos sale una completa certeza y una total resignación ante el desenlace único que podrán tener nuestras vidas. Sucede entonces que nada importa si lo que se tiene se vacía y en eso juego de sacarle el interior a las cosas entramos nosotros, como cuerpos barricadas o bien como carne que se liga sin nuestra subordinación a los huesos.
tumblr y su publicidad efectista, sus modelos anatómicos masculinos y su ropa vintage es una terrible arma de manupulacion, tumblr hace que me mire al espejo y dibuje triángulos, tumblr no me quiere rebloggear, tumblr quiere que me meta al yim, me haga un tatu y camine con stail en la calle, tumblr me dice que el es mas grande que yo, tumblr no me quiere dar un beso, tumblr tiene la piel sin espinillas, tumblr es perfectamente hermoso, tumblr quiero ser como tú pero no puedo, porque me pesa mi genética hermosa, llena de politeísmo y olvido.

Después de la fiesta viene el bajón y es en ese momento trágico después de una noche pegoteada donde se descubren las ideas mas importantes del mundo, donde se desata la locura y el deseo, donde se descubren los limites y las consecuencias del cuerpo y del ser en el cuerpo un atado de emociones y movimientos que convergen y se polarizan desde frecuencias completamente opuestas. Por que (creo) somos la generación del olvido, la generación de las ausencias, la generación de la familia rota, de la comunicación en linea y hemos creado una forma diferente de tristeza, entre el alcohol y el peso de una noche sin lentejuelas, de una noche completamente bestial, de una noche que nos llama a la exploración de una noche que nos deja moraditos los ojos y nos hace olvidar algunas cosas.

Los lenguajes de internet son aún mas tristes que un tango o un bolero, los lenguajes del internet nos dejan arrimados o esquinados , aferrándonos a lo más mínimo, a la imposibilidad de hablarte, nos obligan a la búsqueda desesperada de algún guiño, nos volvemos detectives y en esta investigación furtiva vamos abriendo nuevas pestañas, analizando cada una de las cuentas posibles, cada una de las redes sociales, hasta dar con alguna palabra, alguna foto, algún link de alguna canción que nos haga llorar, y asi al fin, poder apaciguar nuestra mente y nuestro corazón que sufre tanto por la indiferencia de estas comunicaciones, por la ausencia de la piel y del contacto, por esperar siempre una respuesta, aunque facebook nos diga que ya no se puede, que no somos amigos, que no te puedo escribir me empeño en hacerte saber que eso es lo que mas quiero.

Que rápido se caen las cosas, los vasos, las ventanas, las tejas, los aparatos domésticos, hay una anarquía en esta casa que no comprendo, intuyo que la trayectoria desde la posición obligada de las cosas al suelo asume curvas que no entiendo, la horizontalidad exacta de los cuadros, la verticalidad del refrigerados, el cansancio sumiso de los muebles. Hay una anarquía en esta casa que disfruto tanto, y en mi mano una linea dibujada de noche con sangre que me duele, y en mi oreja un nuevo espacio para penetrar. Hay una hermosa anarquía en mi casa, los discos en huelga de hambre, los libros arrancándose las hojas, en la tv no pasan comerciales, en la teve sale una cara deforme, las paredes se dibujan cosas, se dibujan ombligos, se dibujan principios y finales, se desarman los ladrillos, se estrellan los adornos, las cucharas. Hay una anarquía en mi casa de plagas domésticas, sobre mi cabeza, por mi espalda, rascando las costras, llenándome de pelusas de anarquía. Hay una anarquía en mi casa, en mi espacio, en mi saco vitelino, en mi corazón, en tu cuerpo que asume formas contusas y me entretengo viéndolo retorcido, en nuestro amor que no se llama así desde hace tiempo, en nuestro baile de porcelana destruida, en nuestro miedo de noche, en todas las cosas que tocamos, anarquía digo , hay una anarquía en esta casa que se mueve que tiembla y la madera se niega a la hinchazón y a crujir, se niega a que entre el agua a que le entre cualquier cosa se arranca de las termitas anarquistas que quieren hacerla caer , hay una anarquía, si , hay una anarquía en esta casa y somos idénticos a la madera, y a la alfombra cochina deslavada llena de ácaros y a las termitas hambrientas, y a todas las cosas destruidas que conforman un nuevo tipo de suelo. Hay una anarquía en esta casa que no se llama casa desde que se destruye, desde que se desarma sola, por el puro gusto de ver la anarquía de mi cara cuando me descompongo.

“Levántate , y toma las calles, el mundo es tuyo y es tu deber cambiarlo” Es chistoso que la patti smith estuviera en la carnicería todo este tiempo y yo la miraba y me gustaba su polera y su cara y su pelo pero nunca pregunté porqué estaba ahí, en las paredes de la carnicería, cerca de Rimbaud y de Bjork, agarrándose de los ganchos perdiéndose en los frascos o en el imaginario neobarroco de la cueva punk en la que nos encerrábamos a jugar. Ahora lo entiendo, era fácil

El cuerpo entero es un órgano sexual, cuando follen con el cuello, con las axilas, las manos, las piernas, las rodillas y la infinidad de pliegues y recodos que tiene la carne , serán sujetos completamente sexuados. Antes de eso no, solo tocan la pasión con la punta de la nariz, tímidamente, como si todo el deseo se pudiera sujetar de una parte tan pequeña como la entrepierna.

Y me pierdo en las calles de esta ciudad amarilla, con la persecución convertida en un órgano del cuerpo que palpita cuando no me llamas, saltando murallas, clavándome vidrios en las manos, soltando lo que no quiero, queriendo un poco de cariño callejero, cariño de perrito, las manos en la cabeza desordenando el pelo, suficiente para mantenerme en contacto, con los pies en la tierra. Entonces permanezco goteando cada pedazo de ti que no quiero recibir porque soy tan torpe con las manos y con los dientes que seguramente lo destrozaría y luego, con el peso de estas insinuaciones encima, tendría que huir, perderme en las calles de esta ciudad, perderme en los colores amarillos para así, de cierta forma, limpiar todo el charco en el que te sumerges.

Y después de leer me queda una nostalgia tan grande, tan tremenda, tan desproporcionada que no encuentro la forma y me aprieto muscularmente para escribir apurado y siento que esto no tienen ningún fin, que sería mejor una conversación a la cara y no una escritura para nadie, en ningún lugar.

se me secó la boca y entonces como un gajo de naraanja me fui abriendo los labios y entendí que una sonrisa estiraba aún mas la sangre que me llenaba de fierro la cara. Nadie puede permanecer debajo del agua tanto tiempo sin que su piel se arrugue, nadie es inmune a todo este sistema de infinitas incongruencias. Siempre hay una pieza que se pierde, que se mete en el espacio entre el cojín y el sillón y se dobla y se llena de pelusas y coquetea con las monedas y las migas que nadie reclama porque no son parte del todo inconcluso. Siempre hay una pieza que se pierde, que se cae y no aparece mas, que se rompe y entonces viene la desesperación y el meneo de rodillas y cada vez nos acercamos mas al suelo, irredimiblemente, hasta quedar paralelo a el y así escondernos en la horizontalidad. No me puedo morir sin decir las palabras mágicas : Te amo. y sin embargo hay dias en que me duermo sin pronunciarlas y es como una pequeña muerte diaria que me regocija y me invita a pensar que las muertes siguientes no pueden ser tan terribles como esas. Soy una alcancía, sí, eso, una alcancía, de cualquier tipo de material, de cualquier forma y color, de lata, cortante o punzante, grande o chica, dura o blanda, soy una alcancía en estos tiempos donde nadie ahorra un peso, donde es necesario el arrojo, la inminente ruptura, la destrucción de las partes para que se pueda asumir alguna utilidad

Me dedicaré a aprender a caminar con las piernas cerradas, con los brazos pegados a mis costillas, con el diafragma lo mas abierto que se pueda, con mi espalda erguida, estilo mil ochocientos cincuenta, con las manos limpias. Me dedicaré a que no se me arranque ningún fluido, mantendré el circuito de la sangre cerrado, cuidaré que no se me escape ni una lágrima, ni una gota de leche, ni siquiera un suspiro.

quiero saber desde hace cuento que sueño con persecuciones, desde hace cuanto que me visitan en mi ventana, de noche, cuando me enredo intentando pegar un ojo. Esto es peor que el ajetreo citadino, con sus bullas y su diarrea de smog que se queda pegada en el pelo y que los shampoos intentan quitar pero que no pueden, me alegran tanto esas pequeñas resistencias, esas diminutas rebeldías, que nadie nota porque nadie quiere notarlas, hace tiempo que la rutina está en huelga, como nuestros cuerpos, que no se niegan a envejecer, que no se inyectan sustancias elásticas químicas y plásticas para rellenar los vacíos que deja nuestro deseo de ubicuidad. Tengo ganas de levantarme, de salirme de la cama sin bostezos y de levantar la voz.

nuestro cariño consistía en eso: una tortura de cucharas calientes sobre los brazos antes de dormir

Ha estado lloviendo por doscientos años en todo el territorio y ni siquiera el tedio de este encierro a la fuerza , ni siquiera entre estas paredes hemos pronunciado palabras. El silencio se nos instaló como una costumbre irreconciliable y ahora nos abre pequeños círculos en la espalda, toda esta tri-continentalidad está descolorando las murallas, toda esta agua sobre la carne llamando a las larvas a humedecerse, parecemos un refugio sin tiempo.

Lo que nos quedó de la toma// un colchón manchado de ternura libertaria, porque el deseo es nuestra forma de hacer la patria, no son necesarios los peñascazos cuando tenemos tanta pena, tanta rabia, tanto olvido en este territorio sin nombre, abrimos la boca para gritar y nos la llenamos de leche sin querer, y en eso se nos fué el tiempo, toda la molestia de la burocracia que nos persigue, que nos tira agua caliente y nos despelleja, arrancándonos junto con la piel las ganas, desde nuestros cuerpos construimos la rebeldía, con sangre , incendiándonos escondidos en los salones, porque teníamos la casa sola y era imposible no hacer una fiesta, no cantar sobre las fogatas, nos entregarnos al desborde, aprendimos nuevas palabras, concretamos afirmaciones, porque así se hace la revolución, -compañeros-, entregándose a destajo, como si fuera el último día, como si nos apuntaran con cualquier cosa, como si supieramos que lo que hacíamos no se llamaba cariño Nosotros ya le perdimos el miedo pero eso no es todo lo que perdimos encerrados lo perdimos todo en el liceo cama campamento lo perdimos todo y sin embargo permanecemos Luminosos, incompletos

Nosotros nunca tendremos una foto bajo el agua, nunca.

lega un un punto donde estamos todos ensayando suturas en algún quirófano periférico y nos turnamos la piel, un préstamo para adquirir experiencia y dentro de esta clandestinidad somos pares, tenemos todos las misma sombra al rededor de los ojos, la misma manera sangrar cuando entra la aguja y sale y entra y sale, sería todo mas fácil con algodón, o con alcohol, o con una herida verdadera, sería demasiado simple si no tuviéramos que mordernos para tener una excusa y enterrarnos la aguja y ver salir la sangre y aguantarnos los gritos y las palpitaciones y los suspiros y la infinidad de recuerdos de heridas anteriores. nos clasificamos como presa y a destajo nos incorporamos aprendí a dar un beso sosteniendo agujas y a limpiarme la sangre con la lengua.

Morirme de ganas, de ganas, de puras ganas, y entre las ganas se me está escapando la vida y el cariño se me agolpa en los dientes y mi garganta se deshace en rumores.

es entonces cuando comprendo todas las teorías conspirativas que me ha entregado la historia, tu estás sangrando al revés y yo me muero de ganas de chuparte detrás de las orejas.

Odio mi cuerpo odio mi espacio odio esta carne y las turbulencias que me arroja como castigo por mi pubertad desmedida y arrancada,odio que esté ahí, a medias, que me de vergüenza el roce, que me arranquen las manos, que frene mi deseo, que no me deje , que no quiera, que llore sin querer, odio que no se doble como debe, odio que mi cuerpo se autodenomine cuerpo y que funcione como un límite, odio que mi piel se haya agrietado, que se transforme en erupciones , odio que se dibujen curvas, odio que no me alcance, odio que no funcione, odio mi pudor y sus consecuencias, odio mis piernas tan flacas tan chuecas tan sucias, odio mis brazos tan lacios tan cortos tan imposibilitados a la caricia, odio mi torso tan lunar lleno de cráteres y voluptuosidades que nadie me quiere ver, odio cortar parches para disimular esta revolución, porque mi cuerpo es así porque se negaba a la similitud, mi cuerpo decidió la ruptura para condenarme a una soledad desafiante, mi cuerpo se fue desplazando hacia afuera para demostrar su autonomía, mi cuerpo está completo pero vacío, mi cuerpo sujeta mis órganos y por eso lo odio tanto, y por eso lloro sin que me vean cuando me tocan y me da tanto miedo que me indetermino y me automutilo y me desparacito del amor que no me resulta y me autocongestiono de una intranquilidad inquebrantable y desaparezco instalado en la negación no no no no no no quiero que me veas cuando me llega la luz porque mi cuerpo se empeña en dibujarme sombras que se estiran y me manchan.

habítame que esta casa vacía me duele y termino arrinconado arrugando pelusas para matar así la desidia de saberme animal desintegrado, un gatito lampiño, un día estático

Y que nos queda después de que todo este atado de fluctuaciones termina ahogándose? yo quería ser mas que eso, yo quería que los niños me invitaran a jugar pero siempre me tuvieron miedo, siempre pensaron que les iba a hacer algo, que los iba a hacer llorar, cuando entramos en la casa la mamá nos dijo que pidiéramos un deseo y nos hizo soplar cenizas, ya no me acuerdo que pedí, y después jugamos a las escondidas y apagaron las luces.

No quiero estar toda la vida traspapelado No me dan ganas de comer a la hora que corresponde y entonces el hastío se convierte en una tranquila y sinuosa forma de sumisión. mi boca se abre y se cierra ¿sabes que tengo mas lunares que libros, que estampillas, que esperanzas? traslavado transquirurgico debajo de nada, transmembranoso y el detergente me termina disolviendo las manos y mis huesitos se astillan y con las astillas me hago heridas y te escribo sobre mi pedazo de carne favorito. ¿has visto esa película? los subtitulos amarillos me marean y termino vomitando por la ventana y con el ácido desnudo a los bichos que se arrastran eternamente para arrancarse. me gustaría poder decirte cosas bonitas.

hace poco que tengo la capacidad de somatizarlo todo, como si quisiera que se hicieran patente marcas y mordiscos y lesiones descuidadas, hace siglos atrás, infectadas de tanto tedio y de tanto encierro y de tanto cigarro que se termina condensando detrás de las murallas, hay cárceles debajo de mi cama y sobre ella no hay nada mas que racimos de ternura destruida y de comida en descomposición. A veces, de sorpresa, se meten las polillas y entonces tengo algo de que hablar y entonces tengo emociones intensas y entonces surgen cuestionamientos fundamentales y de ellos cuestionarios por aprender sobre las relación entre el cuerpo y la absorción. Los niños murieron todos hace tiempo y ya nadie los quiere recordar, nadie sabe que existieron los niños y que las niñas los molestaban y que les lanzaban tijeras y relojes y que no había donde esconderse en esos tiempos. Los niños murieron y no importaba que sus cuerpos permanecieran colgados boca a bajo de los árboles y que las hormiguitas los usaran para escalar hasta arriba y poder robarse las hojas y los peñiscos de piel que quisieran. Los niños son de utilidad pública, un lugar para derrumbarse.

Dejamos milimétricamente puestos alrededor de la cama tres vasos rotos mirando hacia arriba para que funcionaran como una barrera que impidiera que nuestros pies tocaran el piso y permitirnos el escape. los pusimos nosotros y nosotros también los quebramos, empujándolos unos contra otros. me parecía que la muralla tenía una historia escrita mas larga y mas completa que la nuestra, y aún así los vidrios en el suelo se negaban a reflejarla y a reflejarnos a nosotros que estábamos sangrando sobre las colchas. nos dijimos las cosas que se dicen cuando se sangra, cosas bonitas, para que el dolor sólo consiga insinuarse entre las aberturas de la carne, resaltamos detalles de la composición de nuestras respectivas caras en un orden descendente, primero la forma del pelo y su suciedad, la manera extraña como la sangre vertida en las colchas terminaba haciendo de nuestro pelo una horda de marañas quebradas y viscosas, nos gustaba nuestro pelo con sangre, creíamos que el volumen que tomaba era suficiente para que el vidrio quisiera reflejar la sangre pero aún así no lo conseguíamos, luego nuestros ojos nuestra nariz nuestra boca y entre medio de las articulaciones dificultadas por el chorreo de la sangre nos lanzábamos un par de mordidas en las heridas para que el escurrir se tornara torrentoso y así el vidrio quisiera reflejar el cause de la sangre. la cama presentaba una ausencia de sábanas y una ausencia de almohadas y una ausencia de cuerpos desarmados y una ausencia de sangre derramada, por eso nosotros intentábamos expandir las heridas hasta un punto inimaginable, deseábamos que nuestra herida fuera la piel, que la piel fuera una herida y que su organización molecular se transformara en una fuente de sangre para que los vidrios se dignaran a darnos el reflejo que necesitábamos para constituir nuestra existencia y darle un sentido a la cama a la sangre y a la cerca de vasos rotos en torno nuestro. aún así no nos reflejamos, y permanecimos mirándonos perpendicular mientras afuera la luz que se movia producida por los automóviles y su velocidad delictual chocaba contra los vidrios que funcionaban como una cerca, como un muro, como una instancia de encuentro, y entonces nos la devolvía y nos llegaba a la cara y la luz incendiaba una rabia en nuestros ojos que nos fue imposible contener antes de que la sangre que no fue reflejada terminara de escurrir y se transformara en una costra que cubría por completo nuestra corporalidad, las colchas y la cama. fuimos condenados por la sangre a permanecer inmutables sobre las colchas en un estado de soledad desinteresada que no quiso ser reflejada por los vasos rotos que nos separaban del suelo, pudimos habernos fulminado con la rebeldía y bajar y pisar los vasos rotos y dejar que la sangre escurriera sobre el piso pero no pudimos porque estábamos heridos desde un inicio y no teníamos como detener la agujereada carne de nuestros brazos. Por eso no quisimos abrazarnos ni sentarnos mas cerca para que nuestros flujos se mezclaran y juntos tomaran mas posibilidades de reflexión, porque teníamos miedo de que nuestros brazos se nos salieran y entonces quedáramos para siempre imposibilitados de recorrernos los bordes, como si quisiéramos recortarnos con caricias y dulzuras que no fueron nunca reflejadas, nunca.

Tengo un lugar en el cuerpo para meterme todo lo que me hiciste con la lengua.

Nos hemos llenado la boca nosotros, los niños, hablando de educación de mercado y no tenemos idea del alcance de nuestra arenga. Hemos querido terminar con la educación de mercado pero no nos dimos cuenta que desde la estructura estamos legitimando un modelo justamente mercantil. Podríamos decir que si el ejecutivo fuera visionario no tendría problemas en decir: sí, la educación será gratis. Si fueramos lo suficientemente atentos nos daríamos cuenta que estamos insertos en una paradoja terrible, queremos terminar con una educación que responde a parámetros netamente mercantiles (no sólo al famoso lucro), sino que queremos educarnos gratis para hacer de nosotros un artificio mas del mercado, para convertirnos en buenos ingenieros, en excelentes doctores, en profesionales de todo ámbito para así ampliar nuestro poder adquisitivo y convertirnos en potenciales consumidores, muchos de nosotros quieren que al egresar los persigan una multitud de cuentas corrientes bípedas. Queremos educación gratis para transformarnos en un engranaje mas del consumo estrambótico que hemos hecho parte de nuestra cosmovisión, queremos educarnos sin fronteras y criticar, con libros bajo el brazo y con autores en la mente el modelo económico impuesto a punta de metralletas pero sin embargo no intentamos hacer nada contra la estructura del sistema. Podriamos un día marchar por educación y levantar cartelitos, escritos con colores fuertes como los niños, que juntos podemos terminar con el neoliberalismo, pero no, nos quedamos en el discurso del fin de la educación de mercado (remitiéndonos solo a la educación como medio de producción de capital) y no intentamos cambiar este sistema que nos lleva a convertirnos en humanos éticamente técnicos, intrínsecamente piezas de la cadena productora, acallados por un discurso que termina por caernos en la boca como una mala broma que no supimos prever.

“Después de la fiesta somos todos iguales, los mismos niños de siempre que intentaron olvidarse de sus casas, de sus nombres, de sus pedazos de piel contaminados con la intensa demostración de sus daños históricos.”

Hay días en que tengo ganas de despertarme y no preguntar por el tajo asomado por la manga, por el moretón en la pierna y en el tobillo, por el chupón en el cuello y en la tristeza. Hay noches que quiero vivirlas y no enterarme del vómito del grito del reggaetón pegoteado del besito rápido de las sábanas manchadas azules y tirantes del pelo con tierra de mi ropa transformada en trapo de la gente, sobre todo de la gente y su insólita necesidad de cariño. No quiero, a veces, que me describan las caderas en el suelo, mi chillar catatónico, mi nueva forma de modular, mi deseo, mi angustia, mi huida, mi escape, mi entrega,pero después me digo: de esto se trata, de torcerle la mano a la noche, de llorar con rabia, escupiendo, manchando el pavimento, despertando a los vecinos que se saben seguros detrás de sus rejas rejas rejas, de repartirle a la ciudad un poco de sangre en chorros, se trata de delinearle a la calle su horizontalidad con un poquito de hollín, de eso se trata, de morirse de todas las cosas, de traficarse, de morder el pasto, de llenarse de agua, de cantar mal porque la boca ya no cumple esas funciones, la boca asume tareas difusas, se trata de ser oral y de ser anal, de mentirse un poquito, de acompañarse a la mala, al desborde, al mal común, al mal de amores, al mal servicio, al mal camino, al cariño malo, en cuatro contando baldosas, se trata de eso, de robarse un poquito de todas las casas, de jugar a la compañía, a la desgracia, al anarkismo, de romper muebles, vasos y cuerpos, de servir de contenedor, de parrilla, de caja musical, de creer que si, que si, que si, que después de todo el alcohol repartido molecularmente, de la transfusión de olores, de la asimilación del daño, del cariñito okupa, vamos a superar el pánico escénico de mostrar el pechito explosivo, abiertamente, sin miedo ni penas atómicas, de siglos anteriores.

La sangre desparramada nunca ha sido una forma de comunicación entre nosotros, nunca te gustó la sangre, nunca pudiste verla a la cara, enfrentarla, decirle que te mareabas. Hay veces en que siento que no lees bien las señales, toda la gente muere estrellada contra los automóviles.

Mi patria es un cuerpo entregado a destajo al mas crudo laissez-faire y su composición sistemática (orgánica, molecular) permanece hastiada y excitada frente a la estética publicitaria que se ha sujetado a el (al cuerpo-territorio), que se ha prendido a su carne desfigurada por la corrupción mas terrible y la fuga mas intensa de recursos.

Lo mio es la fuga, la ruptura, la fragmentación de los espacios de las calles de las palabras tipeadas en un computador que me desarma. No sirvo para estos juegos de la interconexión estelar cósmica y super fugaz. Lo mio es la fuga, comer hielo con los dientes y que duela que duela que duela y llorar porque no me queda de otra. hay veces en que quiero desatarme los zapatos y tirarlos a los cables del alumbrado público para darle un sentido a esta casa, para acordarme que antes tenía miedo y tenía ganas,a mi se me está olvidando el peligro de andar en la calle porque no quiero proteger a mi cuerpo de esas fracturas. Donde encuentro una piscina con agua? donde me puedo encender fuego? Lo mio es ser quiltro, el fósforo, una hormiga robándose un grano de azucar, una abeja suicida, una trampa, un juego, un movimiento de pestañas coqueto y termino, así de rápido, sintiéndome tan desafortunado por tener que comerme las uñas para disminuir esta sensación pegajosa y criminal de la soledad.

Este es mi cuerpo, mi verguenza, mi resistencia. Y los granitos que se quedaron por siempre pegados en mi pecho, cerca de mi corazón, para recordarme que las normas corporales se desaprenden, para regalarme un pedazo de asco cuando me tocan deliberadamente desde la boca hasta la entrepierna, dejándome disfuncional, sin erección, sin una apertura carnal que invite un encaje permanente. yo habito mi cuerpo y lo entrego y lo desfiguro y lo sobre expongo y lo regalo y lo duermo y lo destrozo y lo impurifico y lo transformo porque es mio, es mi territorio de desborde, con el hago y deshago, con el como , mastico, amo, siento, con el me avergüenzo tanto tanto por esas ganas que tiene de querer siempre expandirse verticalmente a la altura de las costillas, la espalda, por no dejar que entre nunca nada nada nada y me quedo tan triste cuando me arriman y me miran desde abajo condescendientes paternales aburridos.

Necesito sobrevivir un invierno desarropado sentir la amenaza de los autos, salpicando todo, irresponsablemente calentarme con cartones y fuego alimentado de cartones pegarme las pulgas y las garrapatas de los perros, acariciarlos en la noche, contarle parte de mi infancia, que me regalen ronchas azules sentir que la lluvia se hace rio en la bajada de mi colchón tener miedo siempre a morir de frio y salir en las noticias envuelto en plásticos transparentes que mis familiares se olviden de mi, que me digan que estoy loco necesito dejar de desear, de arrancarme la piel desde adentro quiero entretenerme viendo las manchas de aceite en el pavimento de aceite y de sangre en el pavimento quiero despertarme a diario y saber que estoy en ninguna parte que me hice invisible, voluntariamente que las vecinas caritativas me pongan un plato de arroz humedo y helado en la acera comer con las manos, andar a pata pelada marearme hasta vomitar tomar hasta dormirme con la cabeza puesta en la cuneta para ver si algún automovilista furioso se atreve a virar un poco el manubrio y salirse de la trayectoria horizontal obligatoria y de esa forma manchar sus ruedas con mis sesos.

Me he esforzado en encontrarle un punto político o de violencia a encontrarme en una disco maricona de santiago llorando desconsolado en los hombros de un amigo y no le encuentro nada que pueda , de cierta forma, hacerme sentir mejor, para poder decir a modo de consuelo lo siguiente: esto es político, esto lo hago porque.. y ahí empezar a argumentar una sarta de tonteras que a nadie le interesan y que en realidad sirve solo para cumplir la necesidad implacable de superioridad de la boca y su deseo repulsivo de verborrea. lo cierto es que ayer me encontraba llorando en los hombros de un amigo y ahora estoy acá, tomando leche con frutillas, como si no hubiera pasado nada, como siempre mintiéndome porque de verdad tengo varias espinitas en el corazón que quiero poder mostrar y no me atrevo, siempre estaré huyendo de todas las cosas.

Somos nosotros, los que se trituraban la lengua chupando las paletas de la batidora, los que llenaban de sangre los utensilios de cocina, pidiendo perdón, con la boca colorada, nosotros tus orejas y mis pecas, colgados del camión de gas para prenderle fuego a las calles vecinales, nosotros, el futuro de chile, tu y yo, tus manos bonitas y mi nariz sangrentaria, chocándonos para alejarnos, como los tirachitos más lindos que pudimos encontrar en la cotona manchada de plasticina. Salibario

Quizás deserte todo es tan minúsculo, las caricias tan cortas los abrazos tan suaves. Me gustaría una explosión que desordenara nuestro pelo y que nos empuje unos cuantos metros hacia tras y encontrarte luego entre los vidrios rotos, iluminado por las llamas, con las carita con tierra (y con artas manchitas, artas pequitas, artos lunares) y unos cuantos rasguños y cortes. Sería ideal, bombas en los basureros, escondidas, tendríamos que hacernos los super-heroes e ir por la ciudad camuflados con el cemento, saltando de calle en calle, mientras nos damos unos cuantos besitos. La gente no moriría quemada si la alcanza alguna de estas explosiones, moriría feliz, emocionada con el ruido, sorprendida de lo lindo que se ve el reflejo expansivo del fuego al incendiarse fugaz, de vernos siendo arrojados a la avenida sin autos, sin peatones, sólo el eco del incendio.

Transformemos todo este odio que le tenemos a nuestro cuerpo este miedo de caminar por la calzada y despedazarnos esta angustia de sabernos imperfectos cambiemos todo usando la rabia usando nuestra carne como material politico como arma, como el unico metodo de defensa ante toda la burla que no podemos enjugar de nuestras espaldas.

Es así ponemos música triste y melancólica para dejarnos de lado un rato. A veces nos acompañamos un poco de mascotas y de chucherias sin importancia, otras lavamos canciones de amor con la cara, resfregandonos en ellas, hasta empezar a llorar

No me siento chileno no quiero ser parte de esta nación que quiere esconderme, que quiere enterrarme, que quiere siempre sacar un pedacito de mi para entregarselo a los buitres empresariales y timbrarme la nacionalidad en la frente con sangre (nuestra sangre) no quiero ser cómplice de los asesinatos en el sur de esta patria flacucha y sin fundamentos, no quiero ser amigo de las transnacionales, no quiero envenenarme con transgénicos, no quiero ser un maricón igualado, que le chupa el pico al estado y que se traga la plata, mirándolo a los ojos, cuando se la tiran en la boca y la confunden con leche. No me siento chileno, no me siento capacitado para enfrentar el shock, no quiero terminar con las manos cruzadas, en la espalda, mientra me tiran escupos los que no son capaces de mirarnos a los ojos. No quiero ser chileno, me niego rotundamente a este tipo de condena, y no digo que no quiero que mi carnet diga siquiera la palabra chile, no, no quiero ser chileno porque ser chileno es sinonimo de ser nada, de ser una pieza mas de este jueguito (ajedrés? bien pituco y matemático) no quiero ser usado para cumplir sus deseos de neoliberalismo y castración, no quiero ser uno mas de aquellos que olvidaron su historia por una polerita polo y van al estadio nacional lleno de pacos a sobarse el lomo el domingo entre los restos de sangre lavados con cloro. no quiero me rehuso cierro la boca y las piernas, no me dejo, no van a poder, ni lo intenten, me cierro completo, me cierro para siempre a estas posibilidades, y si me quieren tendran que soportar los gritos que vienen de antes, que son los ecos de nuestros muertos (si, son nuestro muertos, los muertos de todos los “chilenos”) que van a manar de mi boca-instrumento, de mi lengua electro-shock, de mi cuerpo-kalul , de mi entrepierna-violacion, de mi estómago-cárcel, de mis manos-tortura, de mis ojos matanza y de mi corazón desarmado por la dictadura, por la dictablanda, por la demosgracia , por la derecha superneoliberal, y se sentirá por todo el territorio nacional el crujido de esta historia que se quiebra y que se hace presente, (tarde) a decir que no, que no se puede, aunque nos maten.

Y sin embargo llego a diario a mi casa, prendo el computador y miro cuerpos y caras bellísimas mientras mantengo el botón que apunta hacia abajo apretado. Me caliento una sopa o un té o me hago un pancito con lo que haya en el refrigerador, maldigo un rato a mi mamá y a mi papá y a mis amigos que no son tan amigos y a mi mismo por permitir que todo esto pasara, no prendo la tele, jamás, un cigarro, otro cigarro, hoy leí a ginsberg y terminé con una melancolia teenager, mi cama está hecha, casi nunca la hago, hace un calor insoportable en santiago de chile, me duelen las piernas y la espalda (por la incapacidad que tengo de caminar erguido) y me siento solo, como siempre. antes de llegar a mi casa me quedé arto rato mirándo a los gatos que andan como locos por toda la calle y sentí miedo de ellos y sentí una envidia terrible y sentí unas ganas tremendas de llorar.

este es el castigo, una violencia sutil ahora estaremos pariendo hijos ciegos por generaciones no podremos limpiarnos el barro y te quise tanto, por eso, por parirlos. Haremos que la patria nos limpie las heridas, hasta quedar brillantes, tornasolados, fatales y extremos, y andaremos por las calles, inventando consignas ridículas sobre la vida y el amor y la resistencia y todas esas rutinas secretas que no queremos ocultar de nuevo. Ya no seremos mas un trozo de carne en la muela, una astilla en los dedos, un vidrio en el pié, no seremos mas el fracaso de sus experimentos industriales y farmacológicos que nos tienen histéricos siempre, vomitando en las cunetas.

Encontrémonos donde no haya nadie, así podremos hablar sobre los orígenes del universo y nuestras penas de niño, sin miradas babosas ni respiraciones agitadas cerca, sin vehículos chocándose entre sí salpicando parabrisas de sangre, sin personas sentadas en las mesitas pretendiendo ser mas que personas. Podríamos llorar, si es necesario y nadie se enteraría, ni haría preguntas estúpidas, ni miraría condescendiente, cubiertos, escondidos en esta soledad de ciudad desolada, de extinción de la raza humana, de edificios vacíos. Si gritaras pidiendo ayuda nadie vendría.

«Descubrir que tu ombligo se salía y me apuntaba, descubrí que mi ombligo era contrario al tuyo, con forma de cueva, y desde ahí encajábamos. Tú no entiendes la similitud de nuestros cuerpos ni la forma intencionada en su creación, no eres capaz de notar cuan similar es la composición de esta zona, la proporción del espacio entre costillas, el hondo del surco en el pliegue. » Salibario

¿por qué los muertos pesan mas? ¿acaso la sangre coagulada es mas densa? ¿acaso los huesos secos son mas duros? se necesitarán carretillas, tractores, para recoger nuestros cuerpos luego de que decidamos morir y nos lancemos todos desde los edificios, y asustemos a los transeúntes, para que nos lloren, para que nos conozcan y se acuerden de nuestras caras destruidas por el pavimento.

“Siempre había estado sola, lo cual no me habría molestado si hubiera sido como consecuencia de una elección. Nunca lo había sido. Soñaba con sentirme integrada, aunque solo fuera para permitirme el lujo de desintegrarme inmediatamente después.” — Amélie Nothomb

Si supiéramos de donde viene el agua podríamos tapar las goteras, pero somos tan inútiles tan desentendidos, tan incapaces que terminamos con los pies arrugados y con neumonías que nos tienen los pulmones de colores. Debemos de alguna forma terminar con este escurrimiento, con esta corriente que recorre la pieza, que se instala debajo de la cama y arrastra zapatillas y basuras antiguas, hay que detener estos flujos que terminarán desintegrando la falsedad en que nos sumergimos, no podemos permitir que el agua nos cubra la boca, que nos moleste en la visión.Hay que asumir que no estamos capacitados para nadar, que no estamos capacitados para nada que involucre el sincronizado movimiento de nuestras carnes, hemos descubierto la incapacidad de nuestro cuerpo de seguir órdenes y por eso el agua es siempre un peligro y no una posibilidad. Hay días en que me levanto, en la mañana, enojado porque dormí pésimo, enrollado en formas extrañas, como un origami o una plasticina de colores mezclados y grasientos, y pongo los pies en el suelo, y el frio es tan profundo que caigo, y termino dando botes, saltando con la boca abierta, como los peces en la orilla de un río, o en la malla de un pescador que prepara el fuego y el cuchillo para faenarme completo.

A - (fumando hacia la ventana) Si supiéramos de donde viene el agua podríamos tapar las goteras, pero somos tan inútiles tan desentendidos, tan incapaces que terminamos con los pies arrugados y con neumonías que nos tienen los pulmones manchados. Debemos de alguna forma terminar con este escurrimiento, con esta corriente que recorre la pieza, que se instala debajo de la cama y arrastra tus zapatillas por todos lados, y yo, que estoy cansá ya no puedo andar agachandome todo el tiempo, por todos lados, para recogertelas, parece que los huesitos de la espalda se me van a salir, mirame (al espejo, se toca la espalda, se rasca, se rompe) estoy tan flaca. B- No estay flaca, estay bien, hemos comido bien, no te quejís tanto es un poco de agua no mas, además la cama tiene las patas altas, y no se nos pasa la humedad, ¿ te diste cuenta que desde que está el agua no se han visto los caminitos de babosa por las murallas? tienen que haberse ido con el agua. A veces tengo miedo, sabis? A- ¿miedo de qué? ¿ de que vuelvan las babosas? B- (burlandose) ¿ De que vuelvan las babosas? . Tengo miedo de que el agua suba mas, da lo mismo que anden las zapatillas flotando y que no las encuentre nunca, y que se te manchen los calzones y que se te llenen de hongos los pantalones y que se te mojen las sombras y la cantidad de cosas que te ponis en la cara, tengo miedo de que el agua alcance los enchufes, un día de estos vamos a estar acostaos y no nos vamos a despertar. A- Nos vamos a morir quemados, y cuando estemos ya chamuscado nos vamos a mover, porque eso hacen los cuerpos, se tuercen con el calor, asumen formas difusas, se desentienden de los bordes. No quiero morir así, me gustaría poder decidir como morir. ¿ y si le ponemos un parche o algo? ¿ escotch, huincha aisladora? B-si, eso estaba pensando, y el agua se va a juntar y vamos a vivir en una piscina. A- yo no sé nadar. B -Todos saben nadar, las guaguas cuando nacen en el agua nacen nadando. A - Nunca aprendí, cuando era cabra chica me ahogué y le agarré un miedo terrible al agua, como que no estoy hecha para nadar, no estoy capacitada para nada que involucre el sincronizado movimiento de mi carne, como que mi cuerpo es incapaz de seguir muchas órdenes sin respirar, por eso el agua siempre es un peligro y no una posibilidad.

Por favor dime que me queris ver pa decirme que soy el mas lindo del planeta, y yo no tenga mas que hacer que caer, hasta mas abajo, donde no he llegado y morir.

Sentir que se acaba el mundo, que se acaban los caminos, las verdades, que todo es un tejido terrible de conspiraciones, sentir que lo unico que se necesita es una conversación, tirados en el pasto, mirando el cielo, haciendo preguntas tontas sobre lo tonto que es estar despierto tan tarde.

Tú ni siquiera sabes mover la lengua dentro de otra boca, eres torpe, te chocan los dientes, te sudan las manos y te resbalas de forma tonta hacia las partes que no te gusta tocar, y yo empujo, muevo circularmente las caderas, para así conseguir el control de la trayectoria que siguen y llevarlas justo donde se necesita, entonces me miras, te asusto y te quiero tanto así, con esa carita que pones, que busca evitar que piense que tus manos cayeron bajo el dominio de tu deseo. Entre los dos juntamos ciento veinte pesos que nos alcanzaron para comprar una pelota de plástico gris, que tenía dibujado el mundo. Me dijiste que esas pelotas no te gustaban porque eran tan livianas que el viento siempre cambiaba su dirección después de un chute de altura, y que, por culpa de eso, perdías. Te vi llorar, te vi llorar escondido, agachando la cabeza, para que ninguno de los otros niños se diera cuenta . Agarré la pelota, le hice un pequeño hoyito justo en la parte de áfrica y por ahí le metí piedras, muchas piedras, de todas las formas, hasta que se completara, y la puse con cuidado en la mitad de la calle, te llamé, nos sentamos los dos en la berma. Cuando el primero de los niños retrocedió para darle más fuerte a la pelota me puse feliz. Al pegarle calló en seco y de boca en el suelo, sentimos el crepitar de su esqueleto al fracturarse, pudimos ver como sus huesecitos se salían astillados de la carne y quedaban expuestos, blancos y delgados, frente a todos. Reímos, reímos arto y fuerte, gritaba, gritaba, y de a chorros le salía la sangre de la zapatilla, manchándole las piernas, tiñendo sus calcetín y desde arriba, su boquita se había partido y la sangre que desde ahí le salía le mojaba el pecho y la polera, no pudo pararse. Estuvo ahí, frente a los dos, moviéndose como un pescadito fuera del agua y nosotros no hicimos nada para sacarle la tierra que se le había pegado en la boca. (y esto no lo puse en el salibario)

las manitos trizadas varias veces en varios puntos homologando los puntos que hay en esa pared llena de nubes y de carteles de tokatas punk nadie me verá llorar, cuando me estrelle contra ti entenderás mi desesperación porque la trizadura es terminal comienzo y termino los días queriendo conocer el frió de la nieve dentro de tu boca mientras me trituran tus dientes

“Echar de menos es un poco como el hambre. Sólo se pasa cuando se come la presencia. Pero, a veces, el echar de menos es tan profundo que la presencia es poco: se quiere absorber a la otra persona entera. Esa gana de ser el otro para una unificación entera es uno de los sentimientos más urgentes que se tiene en vida.” — Clarice lispector

Cuando sea un superheroe. Cuando yo sea un superheroe no tendré trajes apretados qe me marquen la poca musculatura que tengo, ni que me afirmen la flacidez de la carne, ni que me esculpan el cuerpo, Cuando sea un superheroe no andaré por la ciudad de nueva york deteniendo el crimen organizado, todo lo contrario, contribuiré con miguelitos en las avenidas para generar atochamientos terribles que ni la policía ni la milicia puedan sortear. Cuando yo sea un superheroe seré lo mas parecido a las sailor moon, me haré un traje de papel y cantaré canciones de amor mientras vuelo con una capa que mi mamá me fabricará. Cuando sea un superheroe no seré feliz, ni andaré contento, porque nadie puede ser un superheroe y ser pobre, y tener hambre, y romperse las muñecas trabajando por pocas lucas en una tienda de mall en la florida,Cuando sea un super heroe la única gran manzana que veré, serán los frutos transgénicos a 400 pesos el kilo en la feria de san miguel. Cuando sea superheroe me dormiré temprano, escuchando las siranas en la calle, los gritos de las mujeres violadas, los insultos de las prostitutas y todo estará bién, mientras mas se incendien los hogares y las tiendas comerciales mejor. Cuando sea superheroe no tendré un nombre de animal seguido de un “man”, me gustaría llamarme apetito voraz o algo dulce, como un chicle de varios colores, cuando sea superheroe no perderé el tiempo viendo los amaneceres en el último piso de los edificios, ni querré que el mundo se arregle, ni velaré por el bien común. Cuando sea superheroe al unico que defenderé es a ti, para que disfrutemos del caos de nuestra ciudad sin superheroes.

Una boquita que se trasluce, que enseña como se mezcla lo que come, revuelve por una lengua que se agita y que lubrica sin cansancio, que se entretiene repartiendo jugos sobre otros pedazos de piel que no le pertenecen, que se irritan, y que después se gasta medio día llorando, abrumada por la culpa de un beso sin amor. Una boquita que muestra como bate un número incontable de veces, como muele entre mordiscos, como desgarra, como rompe, que se avergüenza de tanta exposición, que intenta taparse con lo primero que encuentra

es que hay tantas maneras, tantas fusiones, tantas manías, tantos movimientos inconexos, tantos modales aprendidos, la sangre siempre se pone en el lugar donde te muerdo y adorna mas, se suma a la constelación cutánea que memorizo, pertenece al dominio de mis pupilas, al espacio entre las colchas.

Te regalo mi espalda para que la fractures e inventes con ella nuevas corporalidades, como si fuera un lego, de músculos y huesos.

Entonces nos hacemos los desentendidos y nos desenredamos, intentando hacerlo de la manera más grácil posible, de cada uno. Es el tiempo que tenemos metido dentro de la ropa lo que nos pone en estas situaciones, la manera extraña como se introduce una historia no tan larga pero encrispada, rellena de conclusiones inexactas, completa de cada situación peligrosa que atente contra esta posición vertical, ridícula y rígida que asumimos, lo que nos tiene así, mongolitos de deseos y chirridos, chorreados de tan penoso intento por suplantar caricias. Es bueno llegar a una casa donde te espera una sábana, electrificada de espera, para introducirse un rato no tan largo, y luego, caminar tocando los bordes metálicos de cualquier objeto, afinando superficies, electrodomésticos, y con ellos soltar chispas que agoten este charco de nombres y lugares que me mantienen hinchado y roído. Ya no te quiero escribir mas, quisiera decir que se agotó, que tu nombre o la palabrita que uso para llamarte ha sido impresa tantas veces que la tinta se niega a reproducirlo, dos silabas repetidas hasta el hastío, en serie, tan mecánicamente que ya no sabemos como entender este lenguaje de sordos, con ruiditos y pocas señas que no dejan entrever la cantidad de presión que recibe quien los emite y la proyección de esta congoja transformada en sonido de quien escucha. Porque nuestra historia no comienza como comienzan todas, sino que esta parte desde la carne misma. Desde el refugio mismo. Una caverna iluminada con luces rojas arañadas en todo momento por ramitas venosas que se ensanchan con cada pulso de sangre que las rellena y que de pronto, como si ya no fuera necesario esa dilatación, enflaquecen volviéndose ínfimas como todo lo que decimos. Dentro de esta agua el ruido no logra expandirse y como recurso nos movemos de formas elásticas y extrañas para que el oleaje y su comprensión con los simbolismos decodifiquen estos mensajes lunares. Soy el heredero de tus manchas, de la forma de tus ojos y de las orejas, del color de la piel, de la forma que adquieren mis dientes ahora, al apretarse unos con otros producto de la fuerza de mi mordida, de la sencillez de mis talones y de mis falanges, el recorrido, la forma de desplazarme, mis gestos, mi egolatría, mis ganas de atragantarme, la manera pausada y estridente de mi habla, todo determinado por una crianza a medias, por medio besito de buenas noches, por un cuento leído a medias, por media educación, medio cariñito, medio siglo de premuras y de trivialidades que te parten la cara. Y son precisamente esos surcos, esas partiduras que te van rasgando la frente y la zona entre el labio y la nariz, en lo que me concentro mientras lloras y te cubres con el pelo húmedo, porque sé que es precisamente en ese espacio, entre el labio y la nariz, levemente a la izquierda, donde saldrá la primera de tus marcas, para que todos reconozcan este legado de decadencia sanguíneo al besarme. Oí cosas que no entendía y con sincero abatimiento confesaste que todo aquello se presentaría ante mi fruto de la experiencia, llevo tanto tiempo que me desgasté de sensaciones. (Otra de las sobras del salibario, de los pedacitos de histxria que se quedan por ahí olvidados, traspapelados, y que en el futuro se presentan como una fuerza que innegablemente me lleva a la transgresión(

A- me da lo mismo, me da lo mismo todo, estoy acostumbrada, siempre es pura costumbre. Me da lo mismo, me voy a olvidar, sí, de ti y del mundo, voy a gritar siempre, hasta que se me rompan las cuerdas vocales, y nadie me va a escuchar, porque nadie nunca me escucha, nadie nos escucha, ¿cierto mi amor? Nadie nadie. No importa, me da lo mismo. Me voy a bañar. Un poco de agua me va a hacer bien
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